
Mostly Other People Do The Killing «Forty Fort»
Podría reprocharse a «Forty Fort», cuarta entrega de los joviales Mostly Other People Do The Killing, que vuelve a hollar idéntico territorio que sus predecesoras, pero que el efecto sorpresa no juega ya a su favor y sí en su contra la sombra de cierto estancamiento. Podría, pero a uno no le quedan ganas después de pasar por una experiencia tan adrenalítica e intensa como resulta la escucha del disco. Porque habrán perdido ya la ventaja del efecto sorpresa, pero la frescura la conservan intacta.
Como de costumbre los músicos suenan fuertecito, no estamos en un territorio dominado por el matiz, el mimo y la contención. No. Con Mostly Other People Do The Killing se trata de hacerse oír, de pegarle con contundencia, de estar atentos a lo que hacen los compañeros para construir entre todos un edificio sonoro lo más emocionalmente cargado posible. Tampoco es novedoso encontrar en la música de este grupo elementos rítmicos muy marcados (magníficamente expuestos por Moppa Elliott con el contrabajo), e incluso figuras musicales de un jazz arcaico que luego quedan reducidas a cenizas por el gozoso afán descompositivo de los músicos… a menudo se aproximan a los terrenos del free, lo gracioso es observar desde dónde lo hacen y para qué.
Los cuatro músicos son formidables instrumentistas: Jon Irabagon tiene un sonido ligeramente chillón que le sirve de perlitas para implantar un carácter desenfadado a sus improvisaciones… y no, no es de los que ahorran notas o efectos. Peter Evans, en cambio, tiene un puntito de seda aunque a menudo satura tanto el sonido que esa seda se torna lija; resulta en general menos agresivo que Irabagon. El contrabajo de Elliott es de los que sufren: su jefe lo somete a una notable cantidad de variados y tortuosos tratamientos, desde el bombeo regular y voluminoso hasta el golpeo sistemático de las cuerdas, pasando por todo tipo de pellizcos e intensidades sonoras. Y Kevin Shea resulta absolutamente imprevisible, lo inunda todo de multitud de ritmos más bien sencillos que él plasma de manera excitante y vigorosa (a veces los ralentiza o acelera ligeramente para provocar sutiles desequilibrios percusivos).
Pero no conviene equivocarse: el afán irreverente de este grupo, sus desenfadadas maneras, el buen humor que desprende su música se sostienen sobre un armazón musical sólido y bien planteado: su nueva grabación hace bueno, una vez más, aquello de que el humor es una cosa muy seria.
«Forty Fort» es una nueva y vibrante antología del desparrame a cargo de esa banda irreverente y torrencial que es Mostly Other People Do The Killing. Vale la pena dejarse sacudir por ella.
© Ricardo Arribas, 2010
El grupo MOPDTK en Londres, 2011.
Otras grabaciones de Mostly Other People Do The Killing comentadas en Jazzitis
«The Coimbra Project» (2011, Clean Feed)
«Red Hot» (2013, Hot Cup)
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