Resulta que están reeditando, en ediciones lujosas con todo tipo de extras, algunas de las grabaciones de King Crimson. De momento,
In The Court Of he Crimson King,
Lizard y
Red.
No tengo pensado gastarme el pastón que seguramente cuestan estas ediciones (que no me interesan tanto por los extras como por un sonido al parecer brutal), pero es porque no la tengo que si no….
De todos modos me he puesto en casa dos de esos discos, hacía tiempo que no los escuchaba, y me ha vuelto a sorprender cuánto cambiaba la música de este grupo de uno a otro en aquellos tiempos.
1.969, In The Court Of The Crimson King
In The Court Of The Crimson King arranca con un pepinazo monumental,
21th Century Schizoyd Man, en su día debió ser un flash ese sonido macizo, a mí hoy me sigue impactando porque además es un tema cojonudo. Luego el disco se pone bastante suavecito, es una gozada de cabo a rabo (bueno, a mí los pasajes más improvisados de esta banda siempre me han aburrido bastante, en este caso la larga secuencia tras la presentación de
Moonchild), música increíblemente bien ensamblada, composiciones muy hermosas y un grupo con un potencial enorme. Confieso, de todos modos, que ese sonido de batería me parece una castaña, me suena muy artificial, fue moda en un momento dado pero a mí siempre me ha sonado como el culo. Cuando pones
Red y escuchas a Brufford eso sí que suena a batería de las que me gustan. Por eso……
1.974, Red
Red siempre ha sido mi Crimson de referencia: es ponerlo y viajar al interior de una mente alterada (por no decir, que no creas que no me apetece, sencillamente enferma), la de Robert Fripp. Red es un paseo desesperado por un yermo infinito, un artefacto infernal que deja entrever por entre sus pliegues el corazón gélido pero apasionado de su creador. Con el tiempo Fripp lograría un sonido todavía más mimético con ese interior mental (me refiero a la edición de los noventa de su grupo, con
Thrak a la cabeza), pero esta en que ese interior resulta todavía esquivo es especialmente fascinante. Poca improvisación en
Red (de Brufford, si acaso) aparte del habitual muermazo minimalista en
Providence; el grupo era una máquina de interpretar esos temas monumentales, fascinantes.
Lejos de saciarme, esta escucha me deja con ganas de más: habrá que seguir repasando lso setenta crimsonianos:
Lizard, Island, Lark’s Tongue’s In Aspic, Starless And Bible Black.
Saludos