Mi último poema, que creo que le pega bastante a este hilo.
EL DINERO NO EXISTE
El dinero no existe, es un puro artificio. Aunque cueste creerlo, casi todo es ficticio, un ardid de los bancos en pos del beneficio. Pero por culpa de ello… vamos al precipicio.
Si digo que es ficticio, no me malinterpretes. Está claro que existen monedas y billetes que los bancos centrales emiten con membretes, pero son fruslerías, unos meros juguetes.
Más del noventa y cinco por ciento del dinero que circula a diario por nuestro mundo es huero, no existe realmente, es humo financiero creado por los bancos en virtud de su fuero.
Porque los bancos juegan con el albur taimado de que aquellos que tengan su dinero ingresado no se juntarán todos en un momento dado para pedir que todo les sea reintegrado.
Así, del que sus clientes les han depositado, los bancos dejan algo en reserva, guardado. ¿Y lo demás? Lo prestan… ¡pero multiplicado! Por diez o quince o veinte… lo que tengan pensado.
El truco tiene nombre: el “apalancamiento”. Es generar dinero sin ningún fundamento, dinero que tan sólo existe como asiento en las cuentas del banco, por lo demás es cuento.
Y lo más divertido: aunque suene irreal, tal dinero ficticio… ¡es de curso legal! Se admite como pago de manera normal. ¿Tú nunca has hecho uso de dinero virtual?
Piensa en las transferencias, las domiciliaciones, los pagos con tarjeta, todas las inversiones, los adeudos en cuenta y otras operaciones que los bancos fomentan… por muy buenas razones.
El dinero ficticio se mueve por millones en órdenes de compra y de venta de acciones, deuda pública, letras, bonos, obligaciones y también derivados: futuros, swaps, opciones…
Por tanto: Del importe de un préstamo es “real” tan sólo una pequeña parte del nominal. Pero al hacer el cálculo de la deuda total, el interés se aplica… ¡a todo el capital!
Es mejor para un banco prestarte cien que ochenta pues cuanto más te presta, más interés le renta. Y el dinero preciso… ¡el banco se lo inventa! Lo crea en el momento que lo anota en tu cuenta.
Cuando el préstamo, luego, va siendo amortizado según tú, poco a poco, les pagas lo adeudado de acuerdo con las cuotas que te han estipulado… ¿Qué sucede en el banco con lo que te han cobrado?
Que con los intereses su beneficio crece, el capital “real” se salda y prevalece, y a lo que era ficticio ¿sabes qué le acontece? Hablando claramente: ¡pues que desaparece!
¿Vas entendiendo ahora los préstamos inflados para pagar los pisos de precios engordados? Era una simple apuesta, era un juego de dados. Por ir ellos por lana, salimos trasquilados.
Un préstamo se hace por una previsión de riqueza futura, por una producción que se espera que luego compense la inversión. El apalancamiento se permite en razón
de que considerado de esta forma, sería un cierto estimulante para la economía. Pero cuando el sistema bancario se confía y se emite dinero ficticio en demasía
eso sólo genera especulación pura, una bola que crece y crece mientras dura hasta que al final cae como fruta madura, estalla la burbuja, y empieza la tortura.
Pero, naturalmente... ¡eso ya ha sucedido! El dinero ficticio globalmente emitido sobrepasó la lógica, la razón y el sentido. Y el sistema completo terminó corrompido.
Gobiernos, parlamentos, toda la jerarquía de organimos rectores (B.C.E. y compañía), las agencias de rating, firmas de auditoría… ¿Por qué ninguno de ellos hizo lo que debía?
Nadie le puso freno ni trabas a la rueda. Todos “participaban” de esa gran humareda, y afirmaron ufanos que iba como la seda hasta momentos antes del “¡sálvese quien pueda!”.
En España tuvimos la moda del ladrillo, con todos los sectores adorando su brillo. Para los bancos era un negocio sencillo: el dinero ficticio se generó a porrillo
y con él financiaron tanto a los constructores que hacían las viviendas, como a los compradores. La situación atrajo a muchos inversores. Y todos actüaron como especuladores.
Cegados por el lucro, se arriesgó demasiado y ahora no hay manera de que quede saldado. De resultas tenemos al país arruinado por deudas generadas con dinero inventado.
Y así se desarrolla esta historia tan triste. Aunque te hayas reído, esto no es ningún chiste. Todo lo que nos cuentan, todo lo que creíste, todo es una patraña. ¡¡El dinero no existe!!
_________________ El arte sólo puede definirse por la emoción que engendra en el espectador http://rumeiniapoetry.blogspot.com.es/
|