La herencia africana (6/8): la música de los esclavos
Jazzitis retoma la publicación de la serie de capítulos acerca de la herencia africana en la música americana. En este capítulo se trata de las manifestaciones musicales de los afrodescendientes en la época de la esclavitud.
La música de los esclavos: preámbulo
Durante la Revolución Americana muchos afroamericanos lucharon en el ejército rebelde y colaboraron activamente en la consecución de la independencia y nacimiento de Estados Unidos. Ello fue un factor decisivo para que el movimiento abolicionista cobrase impulso y, con el correr de los años, se terminase erradicando la esclavitud en algunos estados del norte; en cambio los estados del sur, centrados comercialmente en el mercado del algodón y muy dependientes de los esclavos para obtener unos beneficios óptimos, continuaron demandando esclavos a discreción… y, obviamente, no se plantearon abolir su inhumana explotación.
Paralelamente, el discurso en torno a la inferioridad moral de los negros se acrecentó aún más si cabe, espoleado en parte por la mencionada liberación de esclavos en el norte y el consiguiente incremento del número de negros libres: no ser esclavo no significaba ser igual, al contrario, la legislación ahondó en la segregación racial y, en definitiva, continuó siendo profundamente racista.
Minstrels

Cartel de una importante compañía de minstrels anunciando a Billy B. Van, un popular showman de principios del siglo XX.

William Henry Lane (Master Juba) baila durante uno de sus espectáculos minstrel (ilustración aparecida en la obra de Charles Dickens «American Notes», 1842)
La cuestión es que los músicos negros eran, en general, infinitamente más hábiles y creativos que los músicos blancos a la hora de parodiar la visión atrofiada que de su existencia tenían los espectadores blancos. Se entregaron a estas representaciones más bien infames primero porque les ofrecían un modo relativamente fácil de ganarse la vida en caso de haber perdido la condición de esclavos; segundo porque supieron enriquecerlas de tal modo que, de manera más o menos soterrada, introdujeron un segundo nivel de parodia que atacaba esa visión miope, ignorante e interesada que los blancos tenían de ellos. La afición a los segundos sentidos que tan necesaria había sido a los esclavos para expresarse durante su vil encierro se prolongaba así, de nuevo, una vez superada esa etapa, ante las despistadas narices de los blancos. (Más sobre los minstrels shows en “1920-1930: La modernidad al poder. MINSTRELS Y COON SONGS, UNA CARICATURA LAMENTABLE”)
Los minstrels ofrecían, pues, una especie de descafeinada y malintencionada parodia de la vida y comportamiento de los esclavos negros. Pero ¿cómo era la música que creaban los propios negros? Podemos dividir toda esa música, a grandes rasgos, en tres temáticas estilísticas: las work-songs (canciones de trabajo), el resto de la música secular y la música religiosa. Veamos brevemente en qué consiste cada una de ellas.
Work Songs

Trabajadores del campo en plena recogida del algodón, uno de los entornos en los que se cantaban work songs.
Las work-songs eran vistas por los torturadores blancos como fuerzas positivas para el trabajo de sus esclavos, que resistían mejor las duras jornadas gracias a ellas. Por tanto no dudaban en imponer estos cantos a sus esclavos por la fuerza, creando un estado mental aún más propicio a la creación de letras deprimentes y, casi, subversivas. Debía ser, con todo, un espectáculo cautivador el de los esclavos trabajando y cantando a la fuerza su desdicha.
Existía también una “variedad” de work-song que se diferenciaba de esta por ser interpretada fundamentalmente en solitario (si bien podía ser contestada por otros trabajadores); se trata del field holler. El periodista, arquitecto y abolicionista Frederik Law Olmstead los describió en el periódico The New York Daily Times como “largos gritos musicales, elevándose, cayendo y rompiéndose en forma de falsetos”.(ver Nota 3)
Música de esparcimiento

Grabado de la época en el que se muestra a un esclavo tocando el violín delante de su cabaña.
Dado que la intimidad de los esclavos no era respetada en ningún momento, ni siquiera en los días y momentos de descanso, no era posible para ellos expresarse con libertad en las letras de su canciones… la tentación de quejarse en ellas de su suerte, de cantar a otras vidas posibles o, simplemente, de hablar con una procacidad que a los blancos escandalizaba, era demasiado grande; por ello la música negra empezó a codificarse fuertemente en sus letras, de manera que los blancos no pudiesen descifrar significados que para ellos eran evidentes. Por ejemplo, la actriz Fanny Kemble menciona en sus memorias que en una ocasión escuchó a los esclavos cantar una letra que decía “Jenny shake her toe at me / Jenny gone away / Hurrah! Miss Suzy, oh! / Jenny gone away”. (ver Nota 4) Ella escribe “lo que la odiosa Jenny pretendiese meneando los dedos de los pies se me escapa, pero su marcha era una inequívoca fuente de satisfacción [para los esclavos que cantaban]. Jamás he escuchado a los negros cantar palabras que tuviesen el menor sentido”. Probablemente los negros estaban ocultando tras el “toe” (dedo del pie) de la canción el “to” de origen kikongo que significa “trasero”, y cantaban en realidad, disimuladamente, al provocativo baile de la protagonista.
Espirituales

Mujeres y hombres cantando en el interior de una iglesia.
A menudo los espirituales, como las work-songs, hablaban del dolor, de las penas, de las súplicas de los creyentes. Y típicamente, en lugar de cantar al unísono estos lamentos, cada feligrés entraba en el tema a su aire, de manera que cada cuál lo cantaba a destiempo del resto, en clara herencia del canto heterofónico africano. El efecto debía ser embriagador, hipnótico y muy emotivo (ver Nota 3 al pie del ya mencionado capítulo «La religión de los negros en América»).
Otros espirituales, en cambio, trataban de elevar el espíritu y la moral de los feligreses, y hablaban en consecuencia del gozo de ser creyente y otras alegrías propias de los cristianos; son las jubilee songs. Las palmas, el ritmo más vivo y la luminosidad y ligereza de las voces garantizaban la necesaria liberación de tensiones de los participantes, y su gozosa comunión espiritual.

Foto de una celebración religiosa en la que se muestra el ring-shout (cantando y bailando en círculo) de clara influencia africana.
© Ricardo Arribas, 2016
Índice de notas:
Nota 1: «American Notes» (Charles Dickens, 1842).
Nota 2: «Narrative» (Frederick Douglas, 1845).
Nota 3: Artículo aparecido en The New York Daily Times (Frederik Law Olmstead, 1853).
Nota 4: «Diario de una Estancia en una Plantación en Georgia» (Frances Anne Kemble (1838-1839)
Nota 5: «Lift Every Voice: History of African American Music» (Burton W. Peretti, 2009).
Nota 6: «Lift Every Voice: History of African American Music» (Burton W. Peretti, 2009).
Enlace al resto de capítulos publicados de «La herencia africana»
Capítulo 1: De África a América
Capítulo 2: Un comercio indigno
Capítulo 3: Culturas en colisión
Capítulo 4: La música cruza el Atlántico
Capítulo 5: La religión de los negros en América
Capítulo 6: La música de los esclavos (Es donde estás en este momento)
Capítulo 7: La música negra en un mundo de blancos
Hola! Buscaba un video corto, que vi en la web hace años. Ahora sé que se trata de una work song..!!
El alma del hombre es infinita.
Y no sé, me acordé de la capoeira
gracias!!!
Excelente artículo. Una clase magistral. Saludos y muchas gracias
Excelente investigación y artículo. Gracias Ricardo! Si me permites citarte en alguno de mis escritos sobre la historia del jazz, loharé con mucho gusto, Abrazos!
efectivamente ante el dolor de ser esclavo y el trabajo duro que se les exigía, descansaban psicologicamente su mente en los cánticos que aminoraban su dolor, sufrieron vejaciones por los blancos, que abusaban de sus esposas e hijas cuando estaban borrachos, su musica es unica en ritmo y cadencia, de ahi viene la musica del danzon, chachacha, etc. que tuvo gran exito en america latina.
Muy interesante, me sirve para una asignación del instituto. Muchas gracias.
Me gusto
No conocia terminos como Munstrels; work-song
Gracias
Simplemente gracias